Una vez leí, no recuerdo dónde, una frase que viene a decir: “para quien tiene un ideal, el tiempo es oro”.

Quizá el título te ha llamado la atención, ¿Cómo vas de procrastinación? Procas… ¿qué? Vamos, que lo podríamos titular también ¿Cómo vas de pereza?

Si tienes la suerte de poder leer este escrito, eres un afortunado/a ;-), no por el contenido, sino por todo lo que supone poder realizar su lectura (salud, conexión a internet, dispositivo tecnológico…).

Tenemos una gran cantidad de dones y capacidades. Parece lógico que las aprovechemos poniéndolas al servicio de la sociedad, del bien común.

Estos dones que tenemos, déjame que encaje aquí el concepto valores, los hemos de emplear para hacer el bien. En el libro Fratelli Tutti del Papa Francisco, que te recomiendo vivamente se puede leer:

“… cada sociedad necesita asegurar que los valores se transmitan, porque si esto no sucede se difunde el egoísmo, la violencia, la corrupción en sus diversas formas, la indiferencia y, en definitiva, una vida cerrada a toda trascendencia y clausurada en intereses individuales” punto 113.

El mundo del deporte suele ser un gran ejemplo de como poner esos dones al servicio de la sociedad. Sólo hace falta ver la multitud de equipos y clubes de deporte escolar que ejercen una grandísima labor social y educativa, que están entrenados o gestionados, en muchos casos, de forma totalmente altruista.

El día tiene 24 horas, y debemos tener claro el orden de prioridades. Con un poco de orden cabe todo: los demás, mi estudio o preparación profesional, el trabajo, la atención a la familia, el descanso, los amigos, la diversión…

Quizá te puede parecer muy sencillo, pero muchos problemas tienen una más que aceptable solución en un horario bien concretado. Sin dejarnos llevar por los antojos, la pereza o la conocidísima y creo que demasiada oída expresión en el mundo educativo, de: no me apetece.

A veces nos falta iniciativa o tardamos en acometer proyectos. En lugar de quejarnos y ver solo las dificultades, es importante recordar que siempre podemos hacer algo, por pequeño que sea, para mejorar las cosas. Te dejo el enlace al post anterior: No olvides los pequeños detalles.

No nos conformemos con “estar ocupados, tener lleno el horario”, sino procurar trabajar con intensidad y concentración en aquello que es nuestro deber. Por si quieres profundizar en los conceptos de importante y urgente, te recomiendo el libro Los siete hábitos de las personas altamente efectivas, de Stephen Covey. En el libro, Covey desarrolla una matriz de decisiones (Matriz de decisión de Eisenhower) para ayudar a distinguir entre lo que es importante y lo que no lo es, y lo que es urgente y no urgente.

Ya más breve, te dejo un trozo de una cita que leí hace tiempo en el libro Camino, de San Josemaria Escriva, en el punto 815: “…haz lo que debes y está en lo que haces.”

Por si aún no te ha quedado claro lo que es PROCRASTINAR, siempre podemos acudir a Wikipedia: “La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, mañana), postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables por miedo o pereza a afrontarlas”.

Termino con otra cita, en este post han sido numerosas. Hay un artículo en el The New York Times, en que habla que la procrastinación, no es sólo un problema de carácter, es también parte de la gestión de las emociones. Si te apetece, puedes lerlo en este enlace: https://www.nytimes.com/es/2019/03/26/espanol/como-evitar-la-procrastinacion.html

¿Y si antes de empezar lo que hay que hacer empezamos lo que tendríamos que haber hecho?” de Felipe, amigo de Mafalda. Viñeta de Joaquín Salvador.

Si me permites, un consejo práctico: si estas pensando en compartir el post, empieza ya a dejar de procrastinar y hazlo ahora :-)… ¡¡gracias!!

Alex Porqueras – @aporqueras