“El ejemplo, el mejor maestro”: todos sabemos que el ejemplo anima y empuja a conseguir un objetivo. Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra.
A la práctica de un valor, ese interiorizar el hábito, la lucha y la constancia por adquirirlo, junto al objetivo de ser mejores -simplificando un poco-, se le puede llamar: virtud.
Debemos tener unas metas, base de nuestra motivación deportiva y personal. Estas metas nos facilitarán llegar al objetivo. Utilizando las mismas como brújula que nos marque el camino.
Hacer deporte, jugar en un equipo, no garantiza el crecimiento en valores. Lo interesante, lo más educativo, no es sólo el aprendizaje de las técnicas y tácticas, sino, que el deportista adquiera buenos hábitos que le ayuden a crecer, no sólo como deportista, sino como persona.
Hace unos días, uno de los grandes deportistas: Rafa Nadal, volvió a saborear el éxito ganando un nuevo “Grand Slam”. Rafa nos ha dejado grandes frases, relatos y ejemplos de su actividad deportiva.
Es muy gráfica la frase de su tío Toni, uno de los grandes apoyos, junto a su familia, como mentor y entrenador en su carrera deportiva: “has estado bien, pero no presumas; el tenis sólo es pasar una bola por encima de una red”.
En mayo de 2015, Rafa Nadal fue investido doctor honoris causa por la Universidad Europea (UEM) en Villaviciosa de Odón. Rafa destacó en su discurso: “los valores y la familia han sido dos elementos fundamentales en mi trayectoria deportiva”. También señaló: “el respeto, el trabajo y la ilusión son la base de los triunfos y los logros en cualquier ámbito de la vida. El éxito real en la vida es cuidar y disfrutar de los tuyos.”
En determinadas disciplinas deportivas, se habla de crisis de valores. Creo que esta crisis, en parte, es una crisis provocada por exceso de orientación hacia el éxito, en lugar de orientarla hacia la consistencia, como habla Xavier Marcet en alguno de sus artículos. Una “pereza” hacia el esfuerzo y la constancia.
En parte relacionado con el artículo de X. Marcet, te animo a leer el post que hice hace un tiempo: ¿Enseño a querer ganar y saber perder?
El entorno del deporte formativo es un gran lugar para desarrollar, de forma natural y lógica, estos valores y virtudes. Cada familia, cada club deportivo y cada colegio, debería ser escuela de valores deportivos. Procurando que, a la conocida expresión de “educación física”, se de más importancia a la “educación” que a la “física”.
Para terminar, te recomiendo otro post: Deporte y familia, escuela de valores. Espero que te guste!
Alex Porqueras – @aporqueras
Grande!!
Que le ayude a crecer como persona además de deportista!! 👏🏻👏🏻
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Esa es la idea, el deporte en época de formación es un lugar excelente para ello.
Los clubs deben poder y saber aprovechar ese “espacio”!!!
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Yo también me dedico a formar chavales através del deporte. Si estos no se esfuerzan en el estudio, (además hay un seguimiento de notas ), dejan de jugar con nosotros. Cuando aplicamos la medida de no dejarles jugar, al detectar un comentario negativo de su tutor, ellos lo entienden y cambian de actitud.
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Que grandes resultados aporta la formación integral. El hecho del seguimiento académico es un buen ejemplo. Dar valor al esfuerzo, no sólo al resultado, en esas categorías formativas es clave!!!
Gracias por tus palabras.
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