Los que nos dedicamos a gestionar grupos de personas, sabemos que esta es una de las tareas más complejas, aunque también de las más agradecidas.
Encontrar la persona adecuada, por carácter, formación y experiencia, para un puesto de trabajo no es fácil. Que además esta persona encaje con el horario, sueldo y pueda comprender e implicarse con el proyecto suele ser todavía más complicado.
Si a todas estas variables añades que esta persona debe dedicarse a formar, a ser ejemplo, a educar a un grupo de jóvenes, podemos llegar a la conclusión que es una de las tareas más difíciles. Hace tiempo escribi sobre: ¿El entrenador es ejemplo para mis hijos?
Aprovechando este 6º video que la Fundación Brafa ha publicado, quería dar a la figura del entrenador en deporte base la importancia y el valor que tiene.
Son centenares, me atrevería a decir: miles, los partidos de deporte base a los que muchos de nosotros hemos asistido. Como ya he escrito alguna vez, algunos padres, cuando acompañan a sus hijos a los partidos, y desde su lugar como espectadores, no están en el banquillo, deben saber asumir su rol, su actitud. Una actitud, a veces, difícil de conjugar con la pasión por el deporte, pasión que nos hace perder la objetividad en muchos casos.
La misma actitud que tomaríamos con nuestro hijo en el estudio, en sus juegos, es la misma que deberíamos tener en el deporte. ¿Si no le criticamos la estrategia en los videojuegos, ¿por qué lo hacemos en los partidos?
También te animo a que leas el artículo de «Más padre y menos entrenador» que escribí hace tiempo.
Alex Porqueras – @aporqueras